Memoria aportada por Murillo Romero Arquitectos

Una familia incipiente, con una vivienda en dos plantas inconexas y de la que solo es posible usar una parte. El principal requerimiento: habitar la totalidad de la superficie. La vivienda pertenece a un edificio plurifamiliar ubicado en el centro histórico de Sevilla. En su origen, el edificio fue una vivienda unifamiliar en planta baja, y que en el siglo XIX se amplía por remonte, manteniendo la consecución de patios, llenos y vacío, que conforman todo un universo doméstico, herencia de época mudéjar. En los años 80 del pasado siglo, la edificación, como consecuencia de un doloroso proceso especulativo derivado de la partición de una herencia, pierde su identidad: los generosos patios se aislan, se cercena el paisaje interno, el aire y la luz, lo construido se atomiza hasta lo insalubre, se cubre el patio como una cárcel y como consecuencia, esta vivienda privilegiada se reforma en contra de su esencia. Devolver la dignidad a través del habitar centra el proceso de proyecto: redescubrir el patio principal como paisaje, dotar de luz a la nueva escalera recuperando la estructura espacial de la casa patio sevillana y, por supuesto, conferir un confort inexistente.