Memoria extraída de la web de CM4 Arquitectos

La luz como protagonista

En este proyecto, la vivienda original estaba en un estado deficiente y la idea de los clientes fue la de tener un espacio habitable lo más amplio posible y orientado hacia las vistas y luz del atardecer.

La vivienda actual tiene un cambio de altura, que usamos para distinguir entre los usos de la casa según la hora: de día y de noche. Exteriormente, dicho cambio de altura, que podemos observar en los huecos y cubierta, se disuelve para homogeneizar la fachada, alineando los huecos y marcando la horizontalidad.

Una vivienda con los espacios muy delimitados por el uso de los materiales

Ya en la zona de día, los espacios de salón comedor y cocina se abren al jardín con unos grandes ventanales orientados a sur y oeste. Por la mañana la luz entra directa, mientras que por la tarde, que es cuando más se usa el espacio, el atardecer colorea los distintos materiales utilizados, siendo el protagonista de la estancia.

Todos los materiales se tratan de la manera más natural posible.

En apariencia fríos, los paramentos y elementos de hormigón se transforman en cálidos con la luz de la tarde y se combinan con colores potentes en el elemento chimenea-estantería, que divide los usos de una manera escultórica y se convierte en el epicentro del espacio.

En este proyecto destaca el trabajo de unificación de alturas en interior y exterior, así como el uso de distintos materiales que diferencian las zonas de noche y día, creando homogeneidad en sendas estancias, que están divididas con objetos decorativos de cierto protagonismo como la chimenea.

Una trancisión de lo más acogedora

Ya en la zona de noche o privada, la madera es la protagonista. Las combinaciones en el suelo, armarios, cabecero y detalles dotan la calidez de los dormitorios y espacios privados. En los que también tienen protagonismo los tonos tenues.