Memoria extraída de la web de REONDO Estudio

Cuando los clientes compraron este viejo olivar enseguida tuvieron claro que para construir su alojamiento rural no eliminarían ni uno solo de los olivos que plantados al tresbolillo ocupaban los 3.000m2 de parcela. Con este requisito nos llega el encargo de hacer un alojamiento sencillo y funcional, con los metros justos y necesarios para albergar el programa de necesidades.

Trazamos una planta rectangular en la que se encajan todas las estancias. El salón-cocina ocupa el centro con el objetivo que desde aquí se disfrute de una estancia acogedora. Se aprovechan las orientaciones para plantear dos terrazas, adosadas longitudinalmente, a este y oeste, para disfrutar del sol en el desayuno o la merienda. La este complementa con una pequeña alberca para refrescar las estancias de verano.

El terreno de la parcela se encuentra en ligera pendiente al pie de una montaña cuyo valle nos regala unas impresionantes vistas al lago de Bornos con la Sierra de Grazalema de fondo.

El diseño general responde a líneas rectas y formas sencillas, con algunos guiños de estilo rústico en el amueblamiento y la decoración.

El objetivo era que la construcción sobresaliera lo menos posible de la copa de los olivos, quedando casi oculta entre ellos.

El color que lo baña todo no podía ser otro que el blanco, en honor a los pueblos de Cádiz.