Memoria aportada por Castro Navarro Arquitectura

La edificación se encuentra en el sur del distrito Macarena, entre dos vías importantes como son la Avda. de Miraflores y la carretera Carmona y muy cerca de la ronda histórica de circunvalación. A pesar del entorno, se trata de una tranquila zona residencial creada a mitad del siglo pasado y vertebrada en una única calle sin salida, La Rosaleda, donde la edificación característica es de viviendas unifamiliares entre medianeras de dos plantas más ático, con jardín previo a la edificación y patio interior de ventilación e iluminación, resaltando el diverso colorido de sus fachadas.

La intervención propone dotar a la edificación existente de unas condiciones de habitabilidad y funcionalidad más propias de la actualidad, adaptadas a sus nuevos propietarios. Para ello se hará una redistribución de determinados espacios en planta baja, mejora en el desarrollo y accesibilidad de la escalera, nuevo aseo y almacén ocultos, ampliación del baño en planta alta, reconversión del lavadero de planta ático e incorporación de sistemas eficientes de acondicionamiento térmico. La actuación no afecta a la fachada, salvo las correspondientes sustituciones de carpinterías y un soporte para enredar la parra con el vecino, manteniendo la integridad y el carácter común de la calle y empleando materiales naturales como la jabelga aplicada a las fachadas o la baldosa de barro en el jardín y patio. En el interior se empleará una combinación de madera de roble natural y piezas hidráulicas rescatadas en los trabajos previos, limpiadas y reubicadas con un lenguaje más actual. Para resolver discontinuidades de molduras existentes en techo se fabricó una terraja a medida y para sanear los revestimientos del patio se descubrió el ladrillo original.